sábado, 17 de marzo de 2007

Mi serie favorita: La familia Monster

En verdad se llamaban Los "Munsters"... Esta familia incalificable, monstruosa pero enormemente divertida, hacía nuestras delicias en la infancia, tan tierna ella pero tan aficionada al terror y esas cosillas... No duró mucho y, además de no durar mucho, aún la pudimos ver menos, porque hasta que yo no tuve ocho años no tuvimos tele (de verdad de la buena) y para entonces no deberían quedar ya muchos capítulos que emitir de tan deliciosa serie.
Por supuesto, vivían en un caserón la mar de gótico y lúgubre. El paterfamilias, Hermann Munster era igualito que Frankestein. Igualito física y químicamente, enorme y desmañado. Su esposa, Lily, me parecía a mí el colmo de la guapura. Mis ideales de belleza femenina por entonces eran ella y Milady (Los tres mosqueteros). El mechón blanco de su cabellera era lo más elegante y sofisticado que yo había visto por entonces. Era hija de Drácula (qué pedigrée...) pero perfecta esposa y madre. Madre de Eddie, un niño lobo, al que en el cole tienen por raro (¿por qué será?). Un pelín irascible, pero no por su naturaleza de licántropo, sino por su naturaleza de preadolescente, creo yo.
El abuelete, lindísimo. Por supuesto, duerme siempre en su ataud, y, cuando está despierto pasa el tiempo en su laboratorio ideando filtros extraños.
La sobrina de Lily, Marilyn, es la única "normal" de la familia. Tiene las típicas aspiraciones de casarse y formar una familia, pero todos sus pretendientes se esfuman amedrentados al conocer a sus parientes. Claro que estos piensan que si no encuentra marido es porque es terriblemente fea, la pobre.
La serie era genial, perfecta combinación del thriller y el sainete. Y la ambientación, los decorados, el maquillaje y el guión no tenían desperdicio. Podéis ver algunos fragmentos en You-Tube.


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